Escrito por Arantza Díaz
Fuente: Cimac foto.- Ciudad
de México.- De 2006 a 2023 el número de personas desaparecidas o no
localizadas se ha disparado de forma incontenible para el Estado
mexicano, recordando así, que en mayo 2022 se superó la cifra de 100 mil
personas en esta condición. La cuestión principal de este fenómeno
exacerbado es reconocer cómo ha atravesado de manera diferenciada a la
población, pues si bien la desaparición forzada trastoca a todo sector,
en nuestro país, se mantiene un perfil de víctimas muy particular: Ser
mujer y ser joven.
El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y
No Localizadas (RNPDNO) registró sólo en 2023 a 29 mil 668 personas en
situación de desaparecidas; 11 mil 769 fueron mujeres. En 2006, se
registró un total de 612 personas que fueron desaparecidas, esto infiere
que, en el periodo de tiempo 2006 – 2023, este fenómeno aumentó 47
veces para las mujeres y 49 para sus congéneres, según ha registrado
Data Cívica en su último informe.
Esto último advierte que, en
realidad, la desaparición forzada está golpeando a la población
general, sin embargo, al poner la lupa en otras circunstanciales, se
encuentra que la mayoría de los hombres tienden a ser víctimas de
desaparición en la adultez; las mujeres, están desapareciendo con mayor
incidencia desde los 10 hasta los 19 años.
De acuerdo con la
base del RNPDNO, en estos últimos años, las niñas y adolescentes es el
grupo de edad que está siendo víctima de este fenómeno más que cualquier
otro sector poblacional, según recopila Data Cívica, el 55.4% de las
mujeres desaparecidas en nuestro país oscilan este rango de edad.
En
un rastreo general, se encuentra que, desde el 2006, los hombres de 30 a
44 años comenzaron a ser víctimas de desaparición con mayor incidencia,
alcanzando puntos extremadamente altos en 2018 y en 2022 cuando se
registró un aproximado de 5 mil desaparecidos. El segundo grupo con
mayor incidencia a este fenómeno tiene más de 20 años.
En
contra parte, la desaparición de niñas y adolescentes se disparó de
manera extrema del 2012 -con aproximadamente mil casos registrados- al
2014 cuando esta cifra se hizo cinco veces mayor, alcanzando los 5 mil
casos, es decir, en sólo dos años, se alcanzó la cifra más alta de
hombres adultos desaparecidos.
Pero
esta última cifra alarmante no sería la mayor, pues para 2014 llegaría
al aproximado de 5 mil 500 niñas y adolescentes desaparecidas y aunque
en años posteriores la tendencia iría ligeramente a la baja (nunca por
debajo de las 3 mil 500 desapariciones), llegando a julio del 2024 se
alcanzaría la cifra histórica más alta con 6 mil mujeres de entre 10 y
19 años no localizadas.
Esta cifra aproximada de 6 mil niñas y
adolescentes desaparecidas en 2024 representa el doble de lo que
desaparecen sus congéneres en ese mismo rango de edad o bien, 3 veces
más de lo que desaparecieron hombres adultos de 45 años.
Desaparición al sur del país y crímenes contra la libertad en 2024
Consultando
el Centro Nacional de Información Instrumento para el Registro,
Clasificación y Reporte de Delitos de las Víctimas en el documento
«Víctimas de delitos del fuero común nacional, 2024» se encuentra que,
desde enero de este año hasta octubre, 88 personas fueron víctimas de
rapto y 19 de tráfico de menores, alcanzando su pico más alto en marzo
con un registro de 8 infancias – adolescencias.
La corrupción
de menores representa el delito más común en lo que respecta al derecho
de las infancias, alcanzando en los primeros 10 meses del 2024 a 2 mil
814 víctimas, buscando en el Código Penal Federal, la corrupción de
menores implica un delito cuando se obliga o induce a cometer actos como
por ejemplo, cometer un delito, explotación laboral, forzarle a formar
parte de una asociación delictiva e incluso, obligar a realizar actos
sexuales -incluyendo los simulados- siempre y cuando, tengan «objetivos
lascivos o sexuales».
Estos actos forzados tienen una relación
directa con la desaparición de menores en nuestro país; adolescentes
atrapadas en redes sexuales o jóvenes reclutados por el narcotráfico.
El
delito de corrupción de menores en mujeres de entre 0 y 17 años se
registró con mayor incidencia en Guanajuato con un aproximado de 310
niñas – adolescentes víctimas de corrupción, la Ciudad de México con 200
víctimas y Baja California con 160, siendo abril de este año el mes con
mayor registro de este delito.
Las menores de 17 años
víctimas de trata se concentran al sur del país, en Quintana Roo,
entidad reconocida por su alto ingreso turístico; sólo en 10 meses, 80
menores fueron víctimas. Con la mitad de esta cifra llega el estado de
México y, en tercer lugar, la Ciudad de México con un aproximado de 20
casos registrados.
Organizaciones como la Red por los Derechos de
las Infancias y Adolescencias en Chiapas (REDIM) ha advertido que en
esta entidad se está viviendo una crisis desmedida de menores víctimas
de desaparición forzada, particularmente, en niñas y adolescentes.
Son
Tuxtla, Tapachula, Comitán y San Cristóbal de las Casas quienes
encabezan los municipios con más desapariciones de infantes y
adolescentes en el estado, seguido de Soconusco, Meseta Comiteca, Altos,
Norte, Fraylesca, Istmo-Costa, Maya, Sierra Mariscal, Selva Lacandona,
Mezcalapa, Tulijá, Llanos, Valle Zoque y Bosques.
El Centro de
Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C., estima que un total de
27 mil 086 niñas, adolescentes y mujeres, principalmente de 15 a 19 años
de edad, desaparecieron sólo en el estado de México, Guanajuato,
Puebla, Yucatán y Quintana Roo durante 2022.
Sin embargo, el sur
no es la única región que está viviendo una crisis contra menores, según
documenta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública, de enero a octubre del 2024, Sinaloa ha registrado un total de 5
niñas – adolescentes víctimas de tráfico de menores, siendo la única
entidad en registrar esa cifra; 28 entidades -como CDMX o estado de
México- tienen esta cifra en 0. Las únicas entidades que acompañan a
Sinaloa, es Jalisco y Guerrero con un caso registrado cada una y
Guanajuato con 2 casos.
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